“…Rendo hace buena la máxima que reza una forma de ser es una forma de ver o viceversa.
Sus modales suaves y su mirada incisiva y curiosa se aprecian con claridad en sus fotografías. No es difícil adivinar que tras esas imágenes limpias, de tonos amables, como lavados pero con peso, se esconde un fotógrafo con alma de reportero que, sin embargo no premeditadamente, oculta sus referencias. No es sino por el peso de una mirada forjada con el paso de los años.
Un hiperactivo pausado, comedido y desbordado, un viajero emocional, naturalmente inconformista y reflexivo, como consecuencia, un narrador de historias en permanente evolución. Los grandes fotógrafos saben que mostrar menos es interpretar más; que la profundidad está fuera del papel, y que en este juego que Martín juega, quien gana siempre es el espectador.
El mundo que acontece tras los párpados del autor tiene una importancia capital en las imágenes que nos muestra. También es decisivo su entorno. Por las ventanas de la casa de Martín, el campo desborda verde, quietud y nostalgia. En su cabeza, quién sabe… Mi impresión es que dentro las cosas se comportan como el clima del lugar donde vive. A veces lluvia, a veces sol, otras veces frío, y a veces todo a la vez…”
Texto: Carlos Álvarez Martín